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Estrategia de precios exitosa para tu empresa - HolaSoft

Escrito por Dpto. de Marketing de HolaSoft | 18/06/23 23:00
La estrategia de precios es esencial para que una empresa mantenga su flexibilidad y competitividad.

ÍNDICE

1. Estrategia de precios.

2. ¿Por qué es importante?

3. Criterios para fijar una estrategia de precios.

4. Tipos de estrategias de precios.

Una buena estrategia de precios es uno de los elementos clave de una compañía. No solo dicta cómo debe evolucionar este factor tan importante, sino que puede llevar la organización al éxito. Gracias a un buen diseño, mantenemos la capacidad de adaptación en un entorno siempre cambiante.

 

1. Estrategia de precios

La estrategia tiene como finalidad determinar los precios de los productos o servicios que ofrece la empresa. Su impacto se deja notar en varios departamentos de la organización, como ocurre con el de marketing. Al trazarla, establecemos unos objetivos que garanticen la rentabilidad y competitividad. Pero no solo eso, sino que se busca que también generen valor y que sean atractivos para los usuarios.

A la hora de establecer la estrategia, debemos prestar atención a numerosos factores. Todos influyen en la formación de precios y en las posibilidades de maximizar o rentabilizar cada venta. Algunos ejemplos que podemos tener en cuenta son los siguientes:

  • Costes de producción.
  • Demanda del mercado.
  • Precios de la competencia.
  • Posicionamiento de la marca.
  • Objetivos específicos que estemos persiguiendo.

Gracias a la estrategia, conseguimos un punto de equilibrio que satisfaga tanto a la empresa como a los clientes. Al fin y al cabo, no se trata de vender caro para aumentar los ingresos ni de tirar la casa por la ventana para atraer compradores. En ambos casos estaríamos sacrificando la longevidad del negocio, algo que no podemos permitirnos.

2. ¿Por qué es importante?

La estrategia es la principal respuesta a cómo poner precio a un producto. Nos da una hoja de ruta y una serie de mecanismos que evitan que vayamos a ciegas o basándonos en la intuición. Si actuáramos de este modo, acabaríamos por cambiar las cifras demasiado a menudo. Además, no tendríamos claro qué es lo que buscamos, lo que afectará de manera negativa al negocio.

Junto con esto, es una herramienta clave para maximizar los ingresos. Con ella reflejamos el valor que perciben los clientes sobre los productos o servicios que ofrecemos. Es decir, nos ajustamos a las expectativas que tiene el público al que nos dirigimos. Así, resultamos más atractivos, algo que ayudará a superar a la competencia e incrementar las ventas.

Precisamente, la estrategia contribuye a mantener la competitividad a largo plazo. Evita que nos quedemos rezagados ante los cambios del mercado, pues contiene indicaciones sobre cómo actuar. Al ejecutarla de manera adecuada y comprendiendo la situación que vivimos, alcanzaremos el éxito.

También es de utilidad para gestionar la demanda a la que estamos sujetos. Debemos ajustarnos a las fluctuaciones que se vayan dando, siempre teniendo en cuenta nuestros objetivos. Al actuar de tal modo, aprovechamos al máximo una oferta o un descuento. Ambos se pueden utilizar en periodos de bajada de la demanda, ya que son un buen estímulo.

3. Criterios para fijar una estrategia de precios

Debemos utilizar una serie de criterios que no servirán de método de fijación de precios. Sin su participación, no conseguiremos unos resultados satisfactorios, puesto que contribuyen a darnos referencias. Algunos de los más importantes son estos:

  • Elasticidad. Se trata de responder a la pregunta de cómo los cambios en los precios afectan la cantidad que se demanda de nuestros productos o servicios. Si es elástica, cabe la posibilidad de desarrollar tácticas de estímulo, como los descuentos. Sin embargo, en caso de que sea inelástica, dispondremos de una mayor capacidad de maniobra para efectuar modificaciones.
  • Posicionamiento y estrategia de mercado. El producto o servicio que vendamos cuenta con unas características específicas y se dirige a un público determinado. Por ejemplo, si nos centramos en dar una alta calidad, los precios serán más altos. Actuaremos al contrario en caso de ser una empresa lowcost.
  • Ciclo de vida del producto. Según la fase en la que nos encontremos, el precio debe variar. Durante un lanzamiento se suele optar por las promociones con la finalidad de generar interés. El cliente aún no está familiarizado, así que conviene atraerlo con una rebaja. Una vez superado este punto, podemos ajustar al alza para mantener la competitividad.
  • Objetivos comerciales. Los precios variarán con base en lo que estemos persiguiendo. Quizás busquemos maximizar ingresos, incrementar cuota de mercado o acceder a uno nuevo. El precio debe adaptarse en función de estos y otros factores.

4. Tipos de estrategias de precios

La respuesta a la pregunta de cómo poner precio a un producto también implica escoger la estrategia adecuada. Por suerte, no existe un único camino que recorrer, lo que nos da un amplio margen en el que movernos. Al conocer las opciones más destacadas, no nos costará adoptar la que mejor se adapte a nuestras circunstancias.

Servicio freemium

Consiste en ofrecer un servicio gratuito, al menos en parte. Por regla general, el cliente tiene acceso a una serie de características básicas sin coste alguno. Es importante que sean útiles, pero sin ser una solución total. Por ejemplo, si se trata de un programa informático, limitamos el número de cuentas o acciones que se pueden realizar. De este modo, damos pie a que se adquiera la versión completa de pago.

Precios dinámicos

Es un método de fijación de precios muy utilizado en el sector turístico y por las aerolíneas. La razón es muy sencilla: la demanda está en constante evolución, lo que implica tener que adaptarse casi al instante. Las fluctuaciones tienen en cuenta la disponibilidad en un momento particular.

Paquetes

Consiste en agrupar productos o servicios por un precio combinado, que aumenta el atractivo del conjunto. Es una práctica muy extendida, desde los supermercados hasta las plataformas de venta de videojuegos. Sin embargo, es una estrategia de corto plazo a la que recurrir en momentos particulares.

Con una estrategia de precios adecuada, alcanzar los objetivos marcados nos será más sencillo. No hay que olvidar que debemos adaptarla a nuestras necesidades. Así, mantendremos la competitividad y seguiremos resultando atractivos ante las fluctuaciones de la demanda.