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Reducir costes y optimizar gestión - HolaSoft

Escrito por Dpto. de Marketing de HolaSoft | 28/05/23 23:00
Conocer cómo reducir costes en una empresa es fundamental para lograr el éxito, ya que el margen de beneficio será mayor.

ÍNDICE

1. Cómo reducir costes en una empresa

1.1. Analizar las cuentas de gastos.

1.2. Inversión en nuevas tecnologías.

1.3. Reducir la demanda energética.

1.4. Disminución de la plantilla.

1.5. Formar a los empleados.

1.6. Externalización de los servicios.

Muchos emprendedores se preguntan cómo reducir costes en una empresa sin que repercuta negativamente en su actividad. Lo cierto es que es posible lograrlo, incluso mejorando los distintos procesos y alcanzando una eficiencia superior. Vamos a explicarlo en este artículo.

 

1. Cómo reducir costes en una empresa

Controlar los gastos resulta esencial para que cualquier pyme sea capaz de abrirse paso en un momento tan competitivo como el actual. Por ello, queremos ofrecer una serie de consejos prácticos alcanzar el objetivo de disminuir los costes totales.

1.1. Analizar las cuentas de gastos

Uno de los primeros trabajos que debemos llevar a cabo consiste en conocer en qué se está gastando el dinero. En muchas ocasiones, hay partidas presupuestarias que son completamente prescindibles y que no ofrecen ninguna ventaja competitiva. Por lo tanto, es crucial dedicar el tiempo necesario a esta tarea.

Otros gastos, aunque no puedan eliminarse, posiblemente sí serán susceptibles de sufrir recortes. Para ello, quizá sea preciso organizar reuniones con los proveedores para pactar unas condiciones más favorables. Una de las áreas donde con más asiduidad se cae en sobrecostes es en los suministros.

Los servicios de electricidad y de telecomunicaciones, por suerte, tienen una gran competencia, por lo que no será complicado obtener una mejor oferta.

De la misma forma, si en nuestro negocio contamos con proveedores que nos suministran materias primas, o incluso productos ya terminados para su venta, es vital que consigamos un precio más ventajoso.

1.2. Inversión en nuevas tecnologías

Aunque parezca contradictorio, la reducción de costes a veces implica un mayor desembolso económico a corto plazo. Por lo general, esto suele tener una gran repercusión al cabo de unos años. Adquirir nueva maquinaria que sea capaz de mejorar el flujo de trabajo o contar con herramientas que agilicen los procesos de la pyme es, sin lugar a dudas, de gran ayuda. De esa manera, la producción diaria aumentará sin necesidad de que crezca la plantilla.

En ocasiones, contamos con trabajadores que deben dedicar una gran parte de su jornada a llevar a cabo tareas repetitivas, como por ejemplo, gestionar las facturas. Si adquirimos un software ERP, todo ese trabajo se puede ejecutar de forma automática. Así, es posible dedicar el tiempo a otras cosas más interesantes desde el punto de vista empresarial.

1.3. Reducir la demanda energética

Ya hemos explicado cómo lograr una rebaja en el precio de los suministros. Ahora, vamos a continuar hablando de la electricidad, fundamental en cualquier corporación. En ese sentido, por ejemplo, las subvenciones públicas nos permiten disminuir de un modo importante el coste de acceso a la energía solar.

La mayoría de pymes se pueden beneficiar, en gran medida, de la instalación de placas solares. Y es que si se hace un cálculo acertado de las necesidades energéticas, la posibilidad de tener facturas cercanas a los cero euros es bastante viable. Esto es algo que se logra gracias a la compensación de excedentes, ya que aunque se gaste energía en las horas nocturnas, se vende a la distribuidora de electricidad, íntegramente, lo que se genere los días en los que la compañía no esté abierta.

También resulta muy beneficioso si los turnos continúan activos los fines de semana. No en vano, la instalación se puede sobredimensionar para compensar esos excesos por la noche.

1.4. Disminución de la plantilla

Los costes de la empresa incluyen también los salarios de los empleados. Esta partida presupuestaria es, por lo general, una de las más importantes de muchos negocios. Por ello, es fundamental contar en todo momento con la mano de obra mínima que sea necesaria para que los trabajos diarios se realicen sin retrasos.

Gracias a la automatización de tareas, el número de empleados puede ajustarse sin que repercuta en una bajada de la producción. Tan solo es preciso contar con un equipo capaz de administrar de forma eficiente la actividad del día a día, además de técnicos que supervisen el funcionamiento de las máquinas y las herramientas digitales.

Eso sí, es recomendable aplicar este punto con especial cuidado, ya que es crucial tener en cuenta las vacaciones de los trabajadores o las posibles ausencias laborales por enfermedad o accidente. Para estos casos, disponer de un plan de contingencia es básico.

1.5. Formar a los empleados

Como emprendedores es común que busquemos en el mercado laboral los perfiles más adecuados para cada departamento. Sin embargo, también resulta vital ofrecer una formación continua a cada uno de los trabajadores para facilitar que todo funcione como debe. Así, cada vez que se introduzca una herramienta o metodología novedosa, tan solo se requerirán unos pocos días para aprovechar al máximo su potencial.

1.6. Autentificación reforzada

En algunos casos, tratar de abarcar la totalidad de los procesos productivos del negocio es un error. Hay áreas que resultan deficitarias o, directamente, son un pozo sin fondo de recursos. Esto se debe, especialmente, a que puede que no contemos con la especialización necesaria para hacer esas tareas o a que tengamos que realizarlas solo de forma ocasional. Por ejemplo, en una academia, quizá sea más económico contratar un catering para los alumnos que abonar el salario de los chefs y el coste de los útiles de cocina.

Esto es algo extrapolable a la mayoría de pymes. Es mucho mejor centrar todos los esfuerzos en desarrollar el modelo de negocio que tratar de hacer frente a los gastos con recursos propios. Así, servicios como la limpieza, la asesoría o el transporte, por ejemplo, conviene subcontratarlos para aumentar la eficiencia. Si como empresarios no tenemos que estar pendientes de estas tareas secundarias, tendremos más clara la meta final: obtener una mayor rentabilidad.

Ya hemos visto cómo reducir los costes en una empresa. Aplicando estos consejos, el funcionamiento interno será más eficiente y resultará mucho más sencillo atravesar épocas de dificultades económicas, ya que tendremos que hacer frente a unos gastos menos cuantiosos.