Una consultoría ERP se ocupa de implementar esta clase de sistemas de planificación, básicos para las empresas en la actualidad.
Las nuevas tecnologías han traído nuevas soluciones informáticas que optimizan el funcionamiento de los negocios. Entre este tipo de softwares están los ERP, que se encargan de la planificación de los procesos empresariales. Ahora bien, contar con una buena consultoría es básico para su instalación y mantenimiento.
ÍNDICE
1. Consultoría ERP.
2. Funciones.
3. El valor de una consultoría.
4. ¿Por qué es necesaria una consultoría para implementar un ERP?
1. Consultoría ERP
Una consultoría de este tipo es, sin ninguna duda, la más adecuada a la hora de implementar los sistemas ERP. Estas son las iniciales en inglés de planificación de recursos empresariales, lo que nos da una idea de en qué consisten.
Podemos definir un sistema ERP como el programa o conjunto de programas informáticos que centralizan y engloban todos los procesos de un negocio. En otras palabras, estos softwares incluyen la gestión de los pedidos y las ventas, así como la contabilidad, los recursos humanos y otros departamentos.
En sentido figurado, estos programas se han definido como «el sistema nervioso central de la empresa». Al fin y al cabo, a través de ellos es posible gestionar todo lo referente al negocio, además de hacerlo de manera coordinada, pues la totalidad de sus departamentos están conectados.
Por lo tanto, tener un buen ERP optimiza el funcionamiento general de cualquier entidad empresarial. No obstante, debe adaptarse a las peculiaridades y a lo que necesita ese negocio. En este punto, la consultora encargada de ponerlo en marcha ha de ejercer un papel fundamental.
2. Funciones
A la hora de implementar un ERP, no basta con comprarlo y proceder a su instalación. Hacerlo así es un grave error porque, quizá, no sea el adecuado para nuestro tipo de negocio o no tenga las funcionalidades que requerimos. Por estos y otros motivos, contar con una consultora que desarrolle las siguientes funciones es fundamental:
- Análisis inicial. En primer término, procederá a realizar un estudio de los departamentos básicos de la empresa y de cómo deben funcionar.
- Adaptación del ERP para que cumpla con los requisitos que necesita ese negocio. Es decir, analiza si el software tiene todas las funcionalidades que precisa el negocio en cuestión. Por ejemplo, si responde adecuadamente a sus requerimientos de gestión de contabilidad o pedidos. Una vez hecho, añade las que le falten.
- Formación del personal. De nada sirve que se tenga un buen ERP si no se sabe aprovechar al máximo. En ese sentido, la consultora se ocupa de instruir a los empleados que van a usarlo sobre su funcionamiento. No en vano, el objetivo con su implementación es mejorar la productividad del negocio. Si no se sabe desarrollar todo su potencial, será imposible alcanzar esa meta. Por ello, el personal debe conocer bien el ERP.
- Coordinar el ERP con los procesos de la empresa. Esto significa eliminar procedimientos repetitivos que se venían realizando en el negocio. Así, se aprovechará mejor el tiempo.
- Solucionar problemas sobrevenidos. Al aplicar un ERP pueden surgir dificultades inesperadas. Por ejemplo, desviaciones en el proyecto inicial, dificultades en la migración de datos o desinterés del personal. Todos estos aspectos son resueltos por la consultora.
Así pues, una consultoría ERP se encarga de todo lo relativo a la instalación y puesta en marcha de este tipo de programas. Asimismo, tiene la capacidad de resolver cualquier inconveniente que surja en el proceso e, incluso, se ocupa de aclarar todas las dudas que suscite su instalación.
3. El valor de una consultoría
Tener una buena consultoría que se encargue de instalar el ERP es fundamental. Este paso es muy importante para cualquier negocio. Con su implementación, busca mejorar tanto sus procesos como su actividad y, en definitiva, optimizar sus beneficios.
Todo ello se consigue con la profesionalidad de la consultoría que se encarga de ponerlo en funcionamiento, pues está cualificada y conoce las necesidades de su empresa cliente. También es consciente de las peculiaridades del sector al que se dedica y es capaz de ofrecerle las mejores soluciones. Dicho en otras palabras, ofertarle un ERP que cubra todas sus necesidades y se adapte a su singularidad.
Asimismo, la consultoría posee otros valores. Sus profesionales son personas organizadas capaces de planificar una reestructuración completa de la compañía que pide sus servicios. Tienen que adaptarla al ERP y conseguir que sea más eficiente. En este aspecto, la capacidad organizativa de esta asesoría es básica.
Igualmente, los trabajadores de la consultoría crean una comunicación fluida con los empleados del cliente. Esto no solo les permitirá formarlos bien, sino, además, escuchar sus necesidades y sugerencias. Muchas veces, aplicándolas,, mejorarán las prestaciones del ERP. Para conseguir esto, los trabajadores de la consultoría tienen los conocimientos teóricos y técnicos necesarios y cuentan con una dilatada experiencia en poner en funcionamiento este tipo de softwares.
4. ¿Por qué es necesaria una consultoría para implementar un ERP?
Ya hemos explicado muchas razones para valerse de una consultoría a la hora de poner en marcha un ERP, aunque hay más. De hacerlo, se contará con el asesoramiento de expertos en la materia. Solo estos serán capaces de adaptarlo a las necesidades específicas del cliente. Así, logran que este aproveche todas las potencialidades del programa.
Asimismo, tener una consultoría permite que la totalidad del proceso de instalación y puesta en marcha del ERP sea más rápida y ágil. Sus profesionales eliminarán los pasos que no sean necesarios y se centrarán, exclusivamente, en los realmente útiles.
Igualmente, contar con una de estas asesorías es fuente de conocimientos e información. Sus trabajadores saben transmitir cómo debe manejarse el ERP para optimizar su funcionamiento. Es más, por lo general, están acostumbrados a impartir cursos y charlas con el objetivo de aprovechar al máximo la nueva herramienta. A su vez, consiguen que estos participen activamente en el cambio de tal forma que aprecien su valor. No en vano, ahora puede contratarse una consultoría aprovechando las ventajas del kit digital.
En conclusión, una consultoría ERP permite implementar este tipo de programas de la mejor manera posible. Lo hace de forma más rápida y eficiente y, además, instruye al personal en su manejo. De esta manera, la empresa cliente optimiza el aprovechamiento de la nueva herramienta.